Un buen número de políticos, o aspirantes a serlo, se plantean esa actividad como un emprendimiento económico, destinado a “salvarse”. ¿Cómo les va?
Ni magia, ni tareas para el hogar, ni “sana sana”, ni charlas de café.
Un tratamiento psicológico sirve para descubrir nuestro mapa personal de deseos y conflictos, y movernos en él. Sirve para aliviar de ese modo nuestros sufrimientos íntimos. Sirve para poder abrirnos a más personas, con más alegría y menos daño cada vez. Sirve para poder ir resolviendo, en el amor y en el trabajo, situaciones que parecen no tener solución.
Un buen número de políticos, o aspirantes a serlo, se plantean esa actividad como un emprendimiento económico, destinado a “salvarse”. ¿Cómo les va?
Muchas veces nos encontramos con personas que, aunque no se den cuenta, viven (si eso es vida) con un candado en la boca.
Los discapacitados son el espejo de cada uno de nosotros. Son la prueba viva de la limitación humana, los representantes y los símbolos de nuestra humanidad defectuosa. La diferencia entre un discapacitado y un “normal” es sólo una diferencia de grado, y a veces aparente. A veces, incluso, inversa: un “discapacitado” puede ser nuestro maestro.
Fijo: +54 11 4774-7163
Móvil: +549 11 4578-6524
Arce 243, 11º C
CP 1426, Ciudad de Buenos Aires
Argentina